Abejas, abejillas que con esas rayas blancas y negras pareceis un sucedáneo de cebra. Que zumbáis nuestros oídos con ese zuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu molesto. ¡Ahí , donde tenéis la gracia siniestra,guardais un pequeño arpón escondido , cargado de un dulce y emponzoñado veneno! ¿Por qué picais tanto a quién nada os hizo? Siempre que os oigo cerca, barrunto una picada certera. ¡Ay! ¿ Por qué me habeis picado entre el culito y la entrepierna? Dedicaos a libar las flores , que cuando me dejáis la señal, me queda la hinchazón y dolorido hasta el corazón. ¡Ay! ¡Qué dolor tengo! ¡Duele más que un desamor!. Allá en el bosque teneis trabajo mimando a las flores vivarachas que esperan vuestra efímera visita, sacando de sus entrañas, la más dulce miel que acaricia la lengua y el paladar con sólo saborearla, y no olvidaros también de hacer la cera, pero tened en cuenta, que si picáis, pasáis a la historia, porque vuestro aguijón de gracia dudable, quedará desprendido , así como vuestra alma y cuerpo, perecerán para siempre, menos mal que os reproducis rápidamente, y aunque un bien hacéis al hombre, volveréis en otra ocasión y con un aguijonazo de narices , nos volveréis a picar en el mentón. ¡ Noo es justoooooooooooooooo! ¡Marchaos a hacer miel, jodias! grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr 
/image%2F1606832%2F20160516%2Fob_3a1024_puerto-huelva-1.JPG)