Sevilla, 12-12-2016
Sevilla, 12-12-2016
Hoy hace un año que tu corazón decidió marcharse y sé que estás ahí arriba, en forma de estrella límpida, brillante y siempre al ladito de mi madre, a la que tanto amaste y adoraste.
Perdona Papá si evoco tu espíritu, que se ha transfigurado con tu muerte. Ahora eres mi otro ángel de la guarda. Sé que descansas eternamente junto a mamá y yo estoy feliz por ello, pero por el cariño que nos tuviste, por ese afecto comedido que nos ofreciste en todo momento y a pesar de este tiempo que ya se hace duro sin ti y de que cada día 9 de Mayo será triste para mí, quiero que toda esa ternura, todo tu esfuerzo por ser un gran padre, tu sólido apoyo siempre, tu buen trabajo para sacarnos adelante y hacer de nosotros buenas personas, tu bondad para con los desfavorecidos, tu honradez, tu buen talante, tu positividad, tu creatividad ,todo eso haré que no caiga en el olvido, porque eso sería peor que la propia muerte.
No permitiré que nunca se me olviden los recuerdos vividos a tu lado, esos están grabados a fuego candente en mi mente y en mi corazón. Aunque a veces la soledad de tu habitación, se haga patente, siento como en la atmósfera, esa que me envuelve cada día, en ese rayo de sol desde donde me iluminas cada amanecer para que siga adelante, esas palabras tuyas de consuelo y de apoyo, siempre presentes en mi mente, tu ejemplo siempre vivo, todo eso hace que tu recuerdo imborrable, tu voz divina y tu espíritu sosegado, me invadan con dulzura todos los días de mi vida y deseo que tu esencia nunca muera, mientras que los que aquí te hemos querido y te queremos, te recordemos.
Estoy muy orgullosa de ti papá, un beso al cielo para mis dos ángeles. Os quiero. Espero algún lejano día, poder reunirme con vosotros en el firmamento.
Tal día como hoy hace un año que nos dejó mi querida tía Pepa (Mi maína).
Triste aniversario para mí y los que la conocimos y quisimos, aunque seguro que llegó al largo camino de la eternidad, en forma de Estrella Polar, brillando como la que más, contenta y feliz, con los suyos allí estará.
Sentí mucho tu pérdida en mi corazón. A veces o casi siempre, no estamos preparados para decir un adiós definitivo a nuestros seres queridos, aunque te estés haciendo a la idea. Es un duro golpe, que atenaza nuestra alma y hace que divaguemos en ese momento, pensando si desde ahí arriba, nos estarán observando y protegiendo como un buen ángel de la guarda. La falta, la ausencia, pesa en nuestro ser, los recuerdos de antaño, es lo único que nos queda, pero a pesar de la triste partida, siento su presencia conmigo, como si no se hubiera ido.
Fuiste una mujer dedicada a tu familia por entero y conmigo fuiste especial, cosa que siempre te agradeceré.
A veces, me invade la nostalgia, te echo de menos, sobre todo al llegar esta fecha tan señalada, pero me consuelo con los recuerdos vividos a tu lado, los de una mujer llena de fuerza y con mucho tesón, siempre positiva.
Maína, escucha lo que te quiero decir, sigues aquí, tu esencia vive con nosotros, toda tú, plasmada en nuestra memoria, hará que nunca te olvidemos, porque sólo se muere cuando en los recuerdos se deja de existir, así que allá donde estés, seguiremos recordándote siempre.
¡Ojalá! , alguna vez pudiera conseguir una escalera con tantos peldaños que llegará fácilmente a las puertas del cielo. Preguntaría por ti, volvería a verte, a darte un abrazo, un beso y después me volvería a la tierra.
Sería muy feliz, viviendo ese momento, mientras, viviré con este sueño para que se haga realidad y cada día de mi vida, me acordaré de ti con mucho cariño.
D.E.P querida maina. Te quiero y te envío un enorme y cariñoso beso ahí al cielo.
Tu sobrina.
Mª Isabel.
Hace justo una semana, a las 7´30 de la mañana, del día 23-F, ¡qué fecha histórica para España! ¡y desgraciadamente, también para mi alma!. Falleció mi Madrina, mi tía Pepa, o “Maina”, como yo la llamaba desde pequeña, porque cuando era una cría, no sabía pronunciarlo y en vez de madrina, yo le llamaba Maína, y así la he llamado hasta el último día de su existencia, en el que cerró sus ojos para siempre, después de ir apagándose muy poquito a poco.
Todavía tengo en el recuerdo, por fotos, cuando mi madre me parió hace 47 años y ella acarició mi pequeño cuerpo, vestido con el traje de cristianar y en sus brazos me llevó a la pila bautismal. Con el agua bendita, rociada ufana y fría por mi pequeña cabecita, me vio llorar y llorar, como lloro ahora su gran pérdida y ausencia, que aunque es ley de vida y la he disfrutado muchos años, afortunadamente; incluso más que a mi propia madre, pero la siento tanto, que a cada rato, creo desesperar.
¡Qué vacío se ha quedado ese patio compartido!, ¡Qué silencio sordo se ha apoderado de él!, ya no oigo tu voz llamando a Juan, a mi hija, o a mí misma. Ya no huelo tus riquísimas comidas, ya no te veo regando tus macetitas y defendiéndolas de las molestas hormigas, o con las golondrinas, encaramadas en el tendedero del patio y excretando cada día. O limpiando la acera, viéndote pasar por mi ventana, o ir a por el pan. ¡Qué solo se ha quedado ese huequecito de al lado! Prefiero no mirar, ni pensar.
A la salida de mi casa, cada día, siento que vas a salir por la puerta, para despedirnos, como solías hacer, o para recibirnos cuando llegamos del instituto, o del pueblo, pero la triste realidad me hace desesperar y que se me caigan los palos del sombrajo, cuando pienso que eso nunca más sucederá. ¡Qué triste es a veces esta vida! Faltan las personas queridas y no puedes hacer nada por evitarlo, de repente de una manera fría pasan a desempeñar el viejo oficio de difuntos, y desaparecen de tu lado. Ya no habrá más Nocheviejas juntos, pero seguro que un recuerdo tuyo entre los que quedamos, nunca faltará.
Anoche soñé contigo, miraba al cielo y en vez de verte, allí tumbada en tu catafalco, tranquila y dormida para siempre, con una expresión eterna de dulce paso por esta vida, que tú no recordabas a ratos, te vi andando por las nubes, jugando con los angelitos, porque los niños siempre te han gustado, con una sonrisa abierta y sincera, disfrutabas de su compañía en paz y contenta por haberte reunido por fin con los tuyos y porque ya no sufrirás más esos ataques de ansiedad, ni los dolores de estómago que tanto te hicieron pasar.
Tu pobre marido Juan, muy solito y desvalido se ha quedado, pero esta vida sigue adelante, con mucha pena, por tu ausencia. ¡Te has ido tan rápido! Acompañar a todos los que se fueron antes, es ahora tu prioridad. Dale un beso a mi querida madre en tu camino hacia la eternidad.
En mi recuerdo, en mi mente y en mi corazón, quedará siempre, tu imagen, tu voz, tu sonrisa, tus malos y buenos momentos, tus buenas acciones, los favores prestados que siempre te agradeceré, tu platito de comida para que lo probáramos, tu dadivosidad, tu amor por mi hija y por mí, que tanto nos recalcabas diciendo: “Si os he visto nacer y casi os he criado también”. Orgullosa estarías de este escrito si pudiera leerlo en voz alta para ti, pero no querría hacerte llorar, es mejor dejarlo aquí plasmado para siempre, por si desde el cielo, ese cielo azul tan bonito puedes verlo y que te lo lean los angelitos del cielo.
¡Pobrecita! Ya descansaste en paz, qué triste nos hemos quedado, y qué triste fue seguir tu féretro por el camino de cipreses hacía tu posada eterna y qué sola te quedaste después de tu entierro. Te prometo llevar flores a tu sepulcro, puntualmente, flores hermosas y frescas, de esas que tú misma cultivabas y que tanto te gustaban. Y qué triste ver tu esquela en el periódico matutino, cuando en vida ni siquiera hubieras podido leerlo por ti misma. Nunca pensamos que algún día llegará la nuestra y no sabremos qué escogerán para poner en nuestro epitafio, pero quedará imborrable nuestra impronta en ella para siempre.
Te prometo, que siempre recordaré: tu esencia, tu presencia, tu amor, y te defenderé a ultranza, ante quien sea, manteniendo vivo tu recuerdo y tu nombre, intacto y ufano para siempre.
¡Descansa en paz, tía Pepa! Mi madrina de bautismo, (Mi maína querida) ¡nos veremos en el cielo! Te quiere mucho tu ahijada Mª Isabel.
Este escrito se lo dedico a todas las madres que leáis ésto, ya que estamos unidas por un sentimiento común con nuestros hijos/as, somos dueñas de un lazo afectivo y seguro que todas nos vemos reflejadas en lo que os pondré a continuación, ya me contaréis.
Dice así:
Soy tu madre, te cansaré, me enfadaré contigo, gritaré como la loca del manicomio, te llamaré la atención, te repetiré mil veces las cosas , seré tu peor pesadilla y te seguiré cuando sea necesario, y sabes ¿por qué? porque te amo. Cuando puedas entender ésto, sabré que ya eres responsable.....
Nunca encontrarás a nadie que te ame, que se preocupe y a quien le importes más que a mi, sin ningún interés, sólo el amor maternal. Porque tu triunfo será el mio.......
¿A qué es bonito? A mi me ha encantado, por eso lo he colocado en mi blog personal. Un besote a todas, os quiero.
Mª Nieves como cada nuevo año y ojalá que muchos más, vamos cumpliendo uno más en nuestra cuenta personal. Siempre el corazón que ama será más joven porque es tan bonito compartir momentos especiales como un cumple con personas que quieres, o con una amiga, o con personas que aprecies de verdad.
Hay que intentar, a pesar de que a veces nos entristezcamos por la falta de algún ser querido con el que ya no podemos celebrarlo, que el día de nuestro cumpleaños deje de ser una rutina anual cada 365 días y se convierta en un día divertido y aprovechado al máximo, porque nunca volverás a ser tan joven y un día tan hermoso y bien vivido hace que cada ayer sea un sueño de felicidad y cada mañana una visión de esperanza.
Te mereces toda una vida de mañanas preciosas y ahora te voy a cantar una canción colombiana , que es con la que suelen felicitar a los cumpleañeros, dice asi:
" Cumpleaños feliz, te deseamos a ti. Cumpleaños Mª Nieves. Cumpleaños feliz. Que los cumplas feliz, que los vuelvas a cumplir, que los sigas cumpliendo hasta el año 3000." Porque hay otra de ecuador jajaja, que dice así: ( y esa no me parecia oportuna aunque es graciosa". Feliz cumpleaños a ti, te deseamos a ti. Feliz Cumpleaños, Mª nieves. te estas poniendo viejita , canosa y arrugadita. Te estás poniendo viejita y sólo te falta el bastón. " jajaja, esta es muy divertida pero vamos, no es tan seductora como la anterior verdad?. Bueno tu escoge la que quieras y lo dicho muchas felicidades Prima amiga. Ya sabes que te quiero un montón. Un besote grandote. vale.
¡Querida amiga y compañera del Ampa!
Ya hace algún tiempo te dediqué un escrito, que te gustó mucho. En aquel momento, no lo estabas pasando tan mal como ahora. Tuviste la inmensa suerte de ser mama viajera en la excursión a Córdoba. Podrías ir con tu hijo de excursión, algo que cualquier madre desearía con ahínco. Pero lo que no sabías tú, es que en aquél viajecito fatídico, ibas a tener un percance que te iba a traer algunas consecuencias para tu integridad física. Menudo mal momento pasarías amiga. Menudos malos conductores circulan por las vías, negligentes alcohólicos que se ponen a manos de un volante, o simplemente camicaces, o conductores irresponsables y menos mal que dentro de lo malo no fue más grave. En estos momentos, en los que tienes tu pierna inamovible, por las heridas que te causó ese mal conductor, que tu vida se ha quedado limitada un mes ya y que tu recuperación va lenta, quiero decirte que estoy contigo amiga, que todo lo que necesites y que esté en mi mano para ayudarte, sólo tienes que decírmelo. Ten mucho ánimo que te va a hacer falta, porque sabes, que te voy a ver todo lo que puedo, pero la última vez, te vi cabizbaja y callada, y eso no es normal en tí. Espero que no caigas en un pozo absurdo y que tires para adelante, siempre con el impulso de quienes te queremos, seguro que saldrás adelante pronto y recuperada de tu mal pie, en ese viajecito de pesadilla. Amiga, ¡no te derrumbes vale!, que estoy aquí para ayudarte en lo que pueda. ¡Ánimo Rosa! , que ya verás que a pesar de tu mala "pata" en Córdoba, nunca mejor dicho, saldrás andando pronto y volverás a ser la misma de antes. Un besote. Ya sabes que te quiero un montón amiga. Y ve a las curas con energía para que se te cure esa pierna cuanto antes, vale .
Como cada año después del fatídico 11-6-2003, llegó el triste aniversario, ese que nunca se quiere recordar pero siempre llega, el de la despedida para siempre de una persona muy importante en nuestra vida. Jamás me cansaré de recordarla, sólo cuando llegue mi último suspiro. Porque ella fue, para mi, gran ejemplo, trabajadora , sacrificada por sus hijos, maravillosa madre, siempre atenta a todo lo que nos podía preocupar, emotiva, dadivosa con todos, agradecida , buena cocinera, aún recuerdo sus migas y los caracoles que nos hacía, que yo jamás podré imitar, porque nunca le daré el toque que le daba ella. Me dejó un gran legado, no sólo a nivel personal y humano, también algo tangible, sus jerseys y rebecas de lana, hechas por ella, de manera artesana, que aún conservo guardados como si de un tesoro se tratara. Quisiera querida madre, ahora que se ha vuelto a cumplir otro año más de tu viaje eterno, sin retorno, decirte que sigues tan atada a mis entrañas, tan viva en mi corazón como si fuera el primer día que me trajiste al mundo. Nunca pasarás a la historia sin ser recordada, por los que te hemos querido y te queremos mucho, siento que algo me falta y que algo se me fue prendido a tu alma y créeme que tengo una pequeña esperanza, la de volver a estar contigo algún día, a tu ladito, llegado el momento. Y recuerda que mi hija siempre tendrá un grato recuerdo tuyo, y sabrá quien era su abuela Concha y cúal era su querido y amado pueblo onubense, La Nava. Un beso te mando al cielo y nunca olvides que te quiero con toda mi alma, aunque vivas ausente fisicamente.