El blog de misabel

Cuando el corazón se entrega a alguien, la vida siente el regalo y sonríe. La gente, pareciera caminar más despacio.

Los árboles toman colores más intensos, las hojas parecen sonreír a su paso y la piel  nos brilla como el sol.

Los  pájaros hinchan sus  limpias plumas con el agua, gorgorean gráciles con sus cantos las palabras que el cielo necesita  oir para calmar su feroz llanto.

La tierra respira más hondo. Los perros callejeros se sienten como en casa.

Cuando el corazón, mi corazón, sabe que cree en sí mismo, no traiciona, no cae en la trampa de competir, hace que los caminos se abran, que los mares se calmen, que crezcan nuevas especies en la tierra y que los huracanes se espanten.

Cuando mi corazón se entrega, cuando ama de verdad, no se complica la vida, no abre heridas profundas,  sólo abre momentos oscuros para iluminarlos y dar calor a sus seres queridos.

Se siente feliz y me transmite las vibraciones al alma, porque la energía sale de lo más profundo, de la entrega, de dar algo mío.

No por sacrificio, no por ser más que otro, no por fastidiar, sólo porque mi corazón así lo siente, porque  se controla, no ofende, sólo quiere limpiamente.

Se entrega, se entrega a la vida, no se volvió loco de atar, sólo ama, ama de verdad. En esa entrega, cuando la luz del sol brilla más, cuando los delfines nadan como bailando al son del mar, cuando la piel no se muere, y el cuerpo está cada vez más usado ya, cuando el corazón es consecuente , cuando lucha por un hijo, un padre,  una madre o un marido, un hermano , un compañero, una amiga o un amigo. Cuando se provee por sí solo de amor y amistad, no se aprovecha, pero es rico de verdad.

 Cuando se reconoce imperfecto, con virtudes y defectos, cuando tolera lo diverso, cuando se enfrenta a los miedos y a los sin sabores o alegrías de la vida, deja de esconderse para salir a respirar hondo y retomar la vida, deja de infestarse de las malas vibraciones vecinas, abre caminos , ríe , canta, ama, echa de menos, siente dolor, siente alegría, se equivoca, se ve a sí mismo, se acaricia, se abraza, vive y llora tanto de alegría como de tristeza porque al fin y al cabo está vivito y coleando.

¡Ay lucero! . Lucero del alba. ¿Porque estás tan triste y no iluminas hoy mi alma?

Miro hacia el firmamento infinito  y te veo entristecido. Como una estrella fugaz, vas perdiendo tu fuerza y desciendes perdiendo tu brillo y tu fortaleza. Caído, apagado y casi sin vida, te veo casi inerte. Debes estar contento de que formas parte imprescindible del universo. Pero te noto compungido.

Decoras el camino hacía las estrellas y los planetas  y tienes una vida celestial. Das alegría invisible al alma y luz a todos los días que van naciendo en la  faz de la tierra. Me siento feliz de tenerte. Pero ¡cómo me gustaría tocarte y sentir tu calor aquí cercano!.

¡Qué oscuro se ha quedado ese impertérrito cielo, oscuro de no tener tu halo mágico por entero. Triste y compungidas están tus hermanas las estrellas, que te animan para que sigas con esa  luz etérea ,que desprendes por cada milímetro de tu bello cuerpo  y con ella iluminas nuestras nimias vidas aquí en la tierra.

¿Qué te pasa lucero?¿Acaso estás muerto? ¿No me oyes llamarte sin descanso?. Sin ti me siento sola, necesito ver tu luz cada noche. Mi corazón apesadumbrado, espera ver tu sonrisa encendida a la caída del alba, allá a lo lejos, siento que me faltas  y desde aquí con ansia, espero vislumbrarla con paciencia y con esmero, con  la alegría de saber que siempre serás uno más, en ese siempre misterioso firmamento. Me das vida y me inundas el corazón de alegría, cada vez que te veo. Tienes ese halo límpido, transparente  y relajado que ilumina mis pupilas y me enamora el alma. No te marches de mi lado lucero, cada día quiero verte y sentir que estás encendido, tocarte no puedo, porque estás demasiado lejos, pero siento que te tengo ahí en un rinconcito guardado, como si de un diamante valioso se tratara y eso me basta para ser dichosa y tener todo lo que necesita mi alma, para ser feliz, en tu grata y diaria compañía. Ojalá pudiera viajar hacia las estrellas y disfrutar de un viaje eterno subida a tí y así poder ver todo el universo, siguiendo el camino de las estrellas y poder llegar a ese lugar lejano ubicado en el cielo, donde poder hacerme una casita celestial junto a la estrella más importante del firmamento que está ahí contigo, esa que quiero tanto y que un día se marchó allí a tu lado.

INGREDIENTES:

750 GR. DE SEPIA

2 CEBOLLAS

2 TOMATES

ACEITE DE OLIVA VIRGEN

1 CUCH. DE PIMENTÓN DULCE

1 HOJA DE LAUREL

40 GR. DE PIÑONES

2 DL. DE VINO BLANCO

SAL Y PIMIENTA

CONSEJO:

No te excedas en el cocinado de la sepia pues, en vez de ablandarse, quedará más dura. Un truco es congelar siempre, aunque sea fresca. Así se rompen las fibras y quedará más tierna.

INFORMACIÓN NUTRICIONAL SOBRE LA SEPIA:

El alto contenido en yodo de este alimento contribuye a regular el nivel de colesterol, a procesar los hidratos de carbono y a fortalecer el cabello, la piel y las uñas.

PREPARACIÓN:

1- Limpia y trocea la sepia. Pela la cebolla y córtala en juliana fina. Retira la piel, despepita y pica finamente los tomates.

2- Fríe la cebolla en una cazuela de barro, con un fonde de aceite de oliva virgen. Añade la sepia, remueve y saltea unos minutos. Incorpora los tomates, el pimentón dulce, el laurel y rehoga todo el conjunto a fuego medio.

3-Añade los piñones, previamente majados en un mortero y el vino blanco. Salpimenta y remueve con una cuchara de madera para mezclar todos los ingredientes. Sigue la cocción a fuego lento hasta que la salsa espese ligeramente. Sirve caliente.

• Nuestra amistad es como el mar... Se ve el principio, pero no el final.
•  Cuando suenen las campanas, no preguntes quien murió, fue una amiga que siempre te quiso y nunca te olvido.
• Dos ositos en la nieve no se pueden resbalar, y una amistad como la nuestra no se puede olvidar.
• Ama, perdona y olvida, porque hoy te lo dice una amiga pero mañana te lo dirá la vida.
• Si la vida me diese un deseo, desearía conocerte de nuevo.
• Una amiga como tú, es difícil d encontrar, fácil de querer y difícil de olvidar.
• El día que naciste el sol se entristeció, al ver que nacía otro con más resplandor.
• En el cielo hay una estrella que presume de bonita pero estando tu a su lado la dejas muy pequeñita. Naranjas, naranjas, limones, limones y tengo una amiga que vale millones. La amistad es el poder, el poder es la alegría y la alegría es una simple compañía.
• Donald es un pato,
  Mickie un ratón
  y yo soy una amiga
  que te quiere
  ¡Mogollón!